Empezamos hablar tal y como lo hacíamos por el chat, pero es diferente, escribir tras una pantalla que tenerte enfrente, después de todo lo que hemos hablado, o hecho, no me puedo creer que pudiendo tener a cualquier mujer se hubiera fijado en un simple pajarito... Sentados en aquel sofá, me pierdo en tu mirada, en tus ojos, en tus labios y esa voz... Hablando por chat, la sonrisa se me dibujaba en mis labios, y las ganas de ti aumentaban, ahora que te tengo delante y puedo ver tus gestos, tu forma de mirarme, tu sonrisa, mis ganas de ti se me están acumulando en cada rincón de mi ser. No quiero que termine esto… Quisiera conocer todo de ti, tus miedos, tus pensamientos, tus fantasías, la música que te gusta escuchar, conocerte tanto que con solo mirarte supiera que deseas, que piensas, si estás cómodo o no. Pero eso sí que es una fantasía, eso sí que es soñar demasiado a lo grande… Disfrutaré de ti, conoceré lo que quieras que sepa de ti… Después de horas hablando, provocándote, rozando tus piernas, acercándote a mí, de susurros, y de tus manos acariciándome los muslos, como puede ser, que aun estando, relajados me sienta excitada ante tu presencia… -Bueno, ¿ya hemos descansado no crees pajarito? - dices con una sonrisa. - ¿Qué quieres hacer Sr. lobo? ¿Forma parte del castigo? - preguntó curiosa, asustada. Sonríes, no entiendo, porque siempre sonríes, ¿Qué estarás tramando?, porque eres tan misterioso y reservado... Sé que eso forma parte de tu encanto, de lo que me enloquece, pero me gustaría poder saber que se dibuja en tu mente, como tú conoces la mía, mis deseos, mis pensamientos o bien lo que me haces sentir… Te levantas del sofá, y te metes en esa habitación. Sales de ahí, y yo no sabía qué pensar, o qué decir, ni dónde mirar... Sales de la habitación, no dejo de mirarte de arriba abajo, y de abajo arriba, tu pecho, tu abdomen, tu mirada, tu pelo, tu forma de caminar, veo tu mano, parece una venda... -Levántate. - Pronuncias en frente de mí. Cuando me miras, así, con tu mirada de lobo, con agresividad en tus palabras, indiferentemente de la orden, pero la manera que tienes en hacerlo me pone tan cachonda. Tu esencia. Tu forma dominante de ser tan cariñoso y agresivo en cuestión de segundos. Me levanto. Y puedo ver que te gusta. ¿Te gusta?, ¿Qué te gusta?, ¿que no replique o que obedezca a la primera? -Gírate pajarito. Me doy la vuelta y puedo sentirte acercarte... pones la venda en mis ojos... -Ahora, vamos a jugar con tus sentidos pajarito... - Esto me estremece. Apartas el pelo de mi cuello, lentamente, y empiezas a besarme, puedo sentir tu barba deslizándose por mi cuello, tus dientes mordiéndome… Tus suspiros sobre mi cuello son caricias para mi alma, deseos para la lujuria, son los relámpagos de una tormenta que estoy empezando a sentir… Me coges la mano y me llevas al cuarto. No puedo ver nada. Puedo escuchar como cierras la puerta. - ¿Confías en mi pajarito? -Claro. - Pronuncio segura, pues si no fuera así, no estaría aquí, en un lugar en mitad de la nada, sin cobertura y solamente con una camisa, poniéndome en tus manos para todo lo que desees hacerme... Me tumbas en la cama, deslizas tus manos por mis muslos, por mi abdomen arrastrando la camisa, hasta sacarla, a veces hacer algo lento tiene otro tipo de sensación, de placer…. Empiezas a atarme las manos y los pies. Esto se pone interesante, y estremecedor. Al mismo tiempo siento miedo, pero es el mismo miedo excitante de antes. Siento el cosquilleo recorrer mi cuerpo… Me vuelves acelerar… Ahora no solo me tienes cautivada mi ser, también mi cuerpo lo está.
Crea tu propia página web con Webador