Desde niña hablaba y veía personas que nadie más podía ver. Mis padres creían que eran imaginarios. Fui creciendo y me di cuenta que aquellos seres que veía eran mágicos hasta hoy. Pude sentir el dolor, la ira, esa persona alta morena y ojos claros me aterraba. A cada sentir podía ver un delirio que no me pertenecía. Quise saber más ya que me asustaba descubrir que aquellas personas que solo yo veía eran fantasmas. En este pueblo son muchos los que deambulaban por las calles, se dice que dejaron una cuenta por resolver. En mi último delirio, pude ver un niño disfrazado de fantasma un ruido repentino y sangre en la sabana que debía de ser blanca. El dolor surgía de la tristeza, pero la ira salía del corazón. Algo me apuñalo podía oír la voz de un hombre “te lo advertí que pasaría “no comprendo muy bien tal situación, pero entiendo que una amenaza la acompaña, pero que quería ese fantasma? ¿Porque me hacía pasar por esta locura? ¿Qué espera de mí?

Juan despertó como cualquier día, pero eso cambió cuando algo extraño sucedió, su campo tenía símbolos extraños quemado, su apariencia desde la ventana de su habitación, hacía poco que se acababa de mudar a ese lugar de la casa de su niñez, más bien volvió solas, sin embargo esta vez volvió solamente el y su mujer María. Juan le preguntó a María si ella veía exactamente lo mismo que él, dijo que sí, entonces quise despreocuparte diciéndole que tan solo era una jugarreta algún niño, las gamberradas, así que llamamos a la policía y anunciamos que nos habían quemado al campo. También el siguiente, no solo el campo también dentro de su casa, manchas en las paredes, dibujos, no conseguía descifrado ni comprenderlo, así que intento buscar ayuda, volvió a llamar a la policía, nombrando que alguien había entrado en casa y pintado cosas extrañas en las paredes, más tarde todo eso empezó a ser el rumor del pueblo, hasta llegar a una persona en concreto, él apareció, el observó, empezó a tocar las la las quemaduras del campo y de los dibujos o como el determinaba los escritos...

Día de Halloween, hoy unos amigos a habían ofrecido la idea de ir a la parqué de atracciones sin embargo, a mí no me apetecía demasiado, pero al final me convencieron para poder ir. Entre los amigos se eligieron un tipo de disfraces que íbamos a ponernos, tocó disfrazados de magos y brujas o hechiceros, pero modo terrorífico, incluso habían payasos terroríficos entonces por la calle empezamos a hacer lo de truco y trato que se hace a todos los años juntamente con los niños pero solamente de pasada, ya que no solo nos dirigíamos al parque de atracciones, al llegar allí muchos quisieron ir a lo que era, el túnel del terror... Así que accedimos a ir eran las 10 de la noche, nos sentamos en aquella carretilla que se movía por sí sola, lo primero que vimos fue araña espeluznante, odio las arañas, me van pavor así que en ese momento empecé a gritar como una loca, entonces volvió a moverse la carretilla, entramos en unos pasadizos donde aparecieron momias, payaso siniestros, gente decapitada, huesos, cadáveres, habían tantos detalles en cada una de este camino que no paraban en cierta manera, era increíble, muchos actores, o personas disfrazadas aparecían de la nada, sustos, gritos, el sonido terrorífico, supongo que eso se trata el túnel del terror, pero esta vez cuando salimos del túnel lo sustos no pararon, empezaron a seguirnos, nos persiguieron por todo el pueblo, allá donde vamos, allá donde fuéramos...

-Meredit, vamos ven al coche.

Un grupo de amigos fuimos a un camping situado al lado de una gran montaña casitas de madera, el aire puro que se podía respirar, el sonido de los pájaros de fondo y una pequeña brisa de primavera, Jessica es la chica popular y también mi vecina, Carlos su pareja el chico guapo y deportista. Dos hermanas gemelas hermosas inteligentes, Alex otro deportista y cómo no yo, quisimos disfrutar un poco más de éste lugar así que por la noche cuando los profesores dormían. Nosotros íbamos a las cabañas de otros amigos que nos reuníamos todos para disfrutar de una gran noche una de esas noches, nos gustó la idea de poder hacer unas escapadita por la ventana así que aprovechamos. Empezamos a caminar hacia las 12 de la noche, adentrándonos en aquel bosque oscuro y diestro con las botellas de ron y algunas cosillas que no se podían traer. Llegamos a un lugar rodeado de árboles pero con una pequeña explanada, hicimos una pequeña hoguera en el suelo con algunos troncos que por el camino cogimos. Al encenderse nos sentamos en círculo y ahí empezamos a hablar a Beber y jugar a verdad o atrevimiento, al poco rato escuchamos un ruido algo siniestro que venía de la profundidad del bosque. Como el bosque está en nosotros estamos a una altura nos quisimos asomar primero fue Alex a mirar que ocurría Alex empezó a susurrarte "apagad el fuego". Qué nos asomaremos, en ese momento vimos unas luces en modo entre los árboles que caminaban por sí solas, cierto es, que parecía fuego pero el fuego no suele andar se suele propagar, Había algo que no nos cuadra así que empezamos a seguir mirando todos... Cada vez se acercaba más, las luces, eran muchas y venían hacia nosotros. Pudimos ver, ocho mujeres vestidas de negro con unos vestidos que arrastraban por los suelos y con los tatuajes en la cara como con símbolos, en ese momento una de las chicas empezó a hablar en un idioma que no entendía, no comprendíamos lo que estaba pasando pero la curiosidad y el terror nos hacía verlo algo fascinante. A Jessica le encantan las cosas de brujería puedo y todo ese mundo. Así que nos empezó a contar que tipo de ritual era y que se trataba de la iniciación de una nueva bruja. A pesar de estar escondidos una de ellas pudo verme. Me asusté, sus ojos eran oscuros y demasiado penetrantes. El temor que me infringía con su mirada, me provocó decir que debíamos irnos de ahí, pero los demás querían saber más...