Pájaro convertido en fénix

" El pequeño Jonny"

En el bosque encantado, había todo tipo de animales fantásticos, hadas brillantes donde iluminaban la noche o los días, osos enormes con gran pelaje, lobos aullando donde parecía un canto de sirena más que lobos, la sinfonía de los caballos, con sus movimientos, unicornios, peces que hacían que el movimiento del rio fuera más mágico de lo normal, ahí todo era mágico, todo excepto yo. 

nací de un huevo en lo alto de un árbol, los pájaros bailaban con el aire, no era volar, era un arte que yo no sabía y ni podía aprender. 

EL miedo de no ser como los demás me hacía tener más preocupación, y no podía aletear mis plumas, era básico, color rojo, anaranjado. Siempre solo, mirando como los demás tienen su forma de brillar, su propósito, ellos hacían que ese bosque fuera encantado.

Un día desperté, y al asomarme del nido no vi a nadie, baje del árbol donde siempre los observaba, una ardilla se acercó a mí, escóndete me grito susurrando, entonces sin pensarlo, me quede observando y de repente algo me atrapo, no podía moverme, no podía mover mis alas, y un ojo enorme me estaba mirando, que era esa, es lo que llamaban bruja, por eso nadie se encontraba en el bosque. Hasta las hormigas estaban escondidas, 

esa cosa, me llevo hasta una cabaña, el miedo me vencía, no podía hacer nada, pero hasta donde yo veía, todo era horrible, esa cosa, a la que llaman bruja, desato, y me metió en una jaula, de repente volvió con algo de semillas, las cuales también las metió dentro de la jaula. 

Pasaron días, y me saco de la jaula, me miro las alas, de repente me tiro al aire, y al ver que no podía volvió a cogerme antes de que cayese al suelo, hablaba de manera extraña, pero me miraba con una sonrisa, y de repente un día después de tantas veces que me alzo en el aire, pude sentir ese recorrido del aire entre las plumas, y cuando por fin pude alzar el vuelo por mí solo, una llamarada salió de mí, tan fuerte, que mis plumas se convirtieron en  fuego, ahora me doy cuenta que la verdadera magia existía en mi interior y no en aquel bosque, entonces regrese al bosque, y todos quedaron asombrados, no tenía que parecerme a ellos, tenía que ser yo misma 

Me acerque al árbol donde yo les observaba había un agujero, y ahí estaba la ardilla que quiso salvarme, le agradecí lo que hizo por mi cuando nadie le importo que estuviera en peligro. 

y ahora era libre, no tenía porque quedarme ahí, volaba y volaba, y parecía como aquellos pájaros que veía bailando en el aire, y regrese a la casa donde me ayudaron a creer en mí, volvía cada vez que cerca me encontraba, y siempre me recibía con los brazos abiertos y una sonrisa, Encontré mi lugar, mi hogar, y por supuesto encontré la magia que siempre vi a  los demás pero en mi misma...