Todo empezó un día sin más, me desperté dando un saltó de la cama, al fijarme en el reloj y ver que llegaba tarde. Cogí el coche a dirigirme hacia la oficina. Mientras iba en camino, me di cuenta de que tenía fiesta. Hoy empezaba las vacaciones. Así que me dirigí al bar a leer un poco y a desayunar. Como siempre un café con leche, no demasiado caliente. Retome el libro que tenía en el bolso y me dispuse a leerlo. Alimentando la imaginación. Pero de golpe. Las luces se apagón. La puerta era electrónica así que nadie podía salir. Le pregunté al camarero haber que ocurría y no entendía porque el apagón. Al darme media vuelta choque sin querer con alguien. Todo estaba demasiado oscuro no podía ver con claridad. La luz volvió y me encontraba justo delante de él. Alto, moreno, ojos claros, sonriéndome. Le pedí disculpas por mi atrevimiento. Entonces con una sonrisa y la vergüenza pronunciada en mis mejillas ruborizas. Me dispuse a salir. Me dirigí al parque. Estaba desierto. Realmente no tenía planes. Me dejaba llevar. Entonces una voz me pidió sentarse al lado. Acepté. Era él, el mismo hombre con el que había chocado en aquel bar. Cogió mi libro, leyendo la portada y su sinapsis de atrás, sonrió y en aquel momento empezamos hablar. Al tiempo se nos había echado encima, así que me invitó a comer después de unas horas hablando y conociéndonos. Cada instante parecía sacado de una escena de película romántica. No podía creer que algo así me ocurriese a mí. Después de comer nos despedimos tomando cada uno su camino, por su puesto dejándonos el número para estar en contacto. Día a día iba a desayunar aquel bar donde terminaba encontrándolo. Tan puntual como siempre. De un día para otro nos encontrábamos desayunando todos los días en la misma mesa, mirándonos, hablando. Pero hoy iba a ser último tenía un viaje programado para las vacaciones, y ya tenía que partir después de una semana viéndole, sonriendo sin más... Me despedí del como un día normal, no quería que la despedida fuera diferente. Así que al salir mientras me dirigía al coche le mande un mensaje de texto para comentarle que durante un tiempo no me vería más por aquel bar. Le comenté que me iba.
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