Siempre he sido muchas cosas, pero jamás me caracterice como una escritora, hasta que un día, me deje mi libreta, mi diario, mi visión que tengo hacia el mundo y de mí misma, en un autobús, alguien lo leyó, quiso debérmelo, pero quien fue un lector que le fascino lo que leyó. Me alucino la manera que el describía, un relato hablando del desamor, sentía que pudo sentirlo aun sin saborearlo, no soy escritora, pero dentro de mi tengo una fuerza donde las palabras se enredan, de mezclan, los conceptos vuelan, y consigo crear relatos con sentimiento, descriptivos y mucho más, esa virtud jamás la hubiera expuesto como tal. pero sus palabras me decían que podía hacerlo, su manera, sin embargo, a pesar de sus halagos poca seguridad me causaron, así que llame a unos amigos, imprimir a ordenador esos textos.
Les pedí opinión y le encantaron, me nombraron algunos adjetivos que ese hombre menciono.
Ese hombre volvió acercarse a mí, me dijo que quería leer más, que no podía parar de pensar en esas palabras que junte en una hoja de papel. Como un desahogo hacia mí misma. como un pensamiento, una emoción escrita tiene un valor de remover a los demás.
Ese fue el punto inicial de apoyo, un momento que mi vida dio un vuelco de 180 grados al cual yo no sabía que recorrería ese camino, esa oportunidad.
Mi libro ya era una realidad, y el cual jamás me escribiría como una escritora al fin lo era, sin saber que recorrer esa meta, muchos fueron los que leyeron ese libro, libro de mi yo al desnudo, miedos, inquietudes, deseos, amor, pasión, alegría, tristeza, no había nada que no fuera algo personal, sin embargo, entendí que uno escribe para sí mismo y el lector solo lee lo que quiere leer.
Muchos fueran las preguntas, si me sucedió de verdad, si era imaginativo, o simplemente un pensamiento, pero todos apoyaban la idea de que realmente es pura emoción.
Jamás creía que dentro de mi había una escritora con tanto sentimiento, pues para mí era solo un diario secreto hasta que se convirtió en un diario público.
Añadir comentario
Comentarios