Una superior me pide que los productos estén al día, bien colocados en cada estantería, lo hago pues es mi deber que todo este perfecto para cuando el cliente entre pueda encontrar todo lo que viene a buscar y mucho más.
Abrimos las puertas al público, preguntas sin cesar, donde puedo encontrar esto, en que pasillo esta esto otro, tenéis esta marca, todas las preguntas terminan respuestas, es hora de pagar, en caja, productos y luego tarjeta de puntos, efectivo o tarjeta, una y otra vez, es algo rutinario, es bastante similar, la diferencia son los clientes, que hacen que tu día sea distinto, algo peculiar, puede ser amabilidad, puede ser un gracioso que venga habitual y te cuente chistes, o puede ser esa persona que está al día de todo y lleve el chisme en la boca.
De los compañeros prefiero no hablar, es como volver al instituto, grupitos con algunos, marginados a un lado, y diferencias, otras con las que es fácil trabajar pues hay compañerismo pero la mayoría mirar su ombligo.
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