Desde pequeño adoro las letras y poder jugar con ellas, crear mundos inexistentes y hacerlos realidad en las mentes de las personas que pueden leer tales obras. Empecé por pasión, porque disfrutaba y me gustaba poder escribir, es algo increíble poder crear mundo y vivir a través o entre líneas de un relato. Poder tener el poder en la mano, un boli, un lápiz es indiferente, si es un ordenador, o una libreta, no importa la herramienta, sino lo que hago con ella.
Tengo las reglas, las condiciones, todo se puede, todo vale.
Sin embargo, lo malo de este trabajo, es el bloqueo. La hoja en blanco la llaman, cuando en la libreta tienes esa hoja vacía, sin palabra alguna, ni una imagen, y las palabras no fluyen, en el ordenador es similar pero distinto el cursor se queda en modo intermitente, no sé si tiene envida del tic tac del reloj o simplemente cuenta el tiempo que me va costar empezar. A veces lo malo es empezar, simplemente empezar y fluir, con el tiempo rectificarías cada coma, cada punto. Releer es importante no para modificar sino para que quede bien plasmado lo que quieres contar.
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