Todos los días Julia juega conmigo y con van el rayo azul.
Cualquiera diría que no podría ser, un oso de peluche azul con un muñeco de trapo como yo. Ayer cuando jugamos nos encontrábamos a las manos de Julia, nuestras manos se rozaron, se juntaron, aunque no fuera mucho tiempo, entonces julia nos lanzó a la cama y termine encima de Van, no podía creerlo, me quede ahí, mirándole, soñando despierta con un quizá.
Pues julia se fue de la habitación y Van me sonrió al momento.
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