Bajo la mirada del Sr. Lobo parte 5

Publicado el 18 de diciembre de 2024, 15:59

Empezamos hablar tal y como lo hacíamos por el chat, pero es diferente, escribir tras una pantalla que tenerte enfrente, después de todo lo que hemos hablado, o hecho, no me puedo creer que pudiendo tener a cualquier mujer se hubiera fijado en un simple pajarito...
Sentados en aquel sofá, me pierdo en tu mirada, en tus ojos, en tus labios y esa voz... Hablando por chat, la sonrisa se me dibujaba en mis labios, y las ganas de ti aumentaban, ahora que te tengo delante y puedo ver tus gestos, tu forma de mirarme, tu sonrisa, mis ganas de ti se me están acumulando en cada rincón de mi ser. No quiero que termine esto… Quisiera conocer todo de ti, tus miedos, tus pensamientos, tus fantasías, la música que te gusta escuchar, conocerte tanto que con solo mirarte supiera que deseas, que piensas, si estás cómodo o no. Pero eso sí que es una fantasía, eso sí que es soñar demasiado a lo grande… Disfrutaré de ti, conoceré lo que quieras que sepa de ti…
Después de horas hablando, provocándote, rozando tus piernas, acercándote a mí, de susurros, y de tus manos acariciándome los muslos, como puede ser, que aun estando, relajados me sienta excitada ante tu presencia…

-Bueno, ¿ya hemos descansado no crees pajarito? - dices con una sonrisa.
- ¿Qué quieres hacer Sr. lobo? ¿Forma parte del castigo? - preguntó curiosa, asustada.
Sonríes, no entiendo, porque siempre sonríes, ¿Qué estarás tramando?, porque eres tan misterioso y reservado... Sé que eso forma parte de tu encanto, de lo que me enloquece, pero me gustaría poder saber que se dibuja en tu mente, como tú conoces la mía, mis deseos, mis pensamientos o bien lo que me haces sentir…

Te levantas del sofá, y te metes en esa habitación. Sales de ahí, y yo no sabía qué pensar, o qué decir, ni dónde mirar...
Sales de la habitación, no dejo de mirarte de arriba abajo, y de abajo arriba, tu pecho, tu abdomen, tu mirada, tu pelo, tu forma de caminar, veo tu mano, parece una venda...
-Levántate. - Pronuncias en frente de mí. Cuando me miras, así, con tu mirada de lobo, con agresividad en tus palabras, indiferentemente de la orden, pero la manera que tienes en hacerlo me pone tan cachonda. Tu esencia. Tu forma dominante de ser tan cariñoso y agresivo en cuestión de segundos.
Me levanto. Y puedo ver que te gusta. ¿Te gusta?, ¿Qué te gusta?, ¿que no replique o que obedezca a la primera?
-Gírate pajarito.
Me doy la vuelta y puedo sentirte acercarte... pones la venda en mis ojos...
-Ahora, vamos a jugar con tus sentidos pajarito... - Esto me estremece. Apartas el pelo de mi cuello, lentamente, y empiezas a besarme, puedo sentir tu barba deslizándose por mi cuello, tus dientes mordiéndome… Tus suspiros sobre mi cuello son caricias para mi alma, deseos para la lujuria, son los relámpagos de una tormenta que estoy empezando a sentir…
Me coges la mano y me llevas al cuarto.
No puedo ver nada. Puedo escuchar como cierras la puerta.
- ¿Confías en mi pajarito?
-Claro. - Pronuncio segura, pues si no fuera así, no estaría aquí, en un lugar en mitad de la nada, sin cobertura y solamente con una camisa, poniéndome en tus manos para todo lo que desees hacerme...


Me tumbas en la cama, deslizas tus manos por mis muslos, por mi abdomen arrastrando la camisa, hasta sacarla, a veces hacer algo lento tiene otro tipo de sensación, de placer…. Empiezas a atarme las manos y los pies. Esto se pone interesante, y estremecedor.
-Tienes que adivinar, quiero escucharte, presta atención, abre tus sentidos, pajarito. -
¿Adivinar?, ¿el qué? ¿Cómo? Respiro y empiezo a dejarme llevar por cada sensación que percibo… Tu voz susurrante, tus manos acariciándome, sabiendo que estoy atada, con una venda en mis ojos, totalmente desnuda, toda yo, para ti… No hemos empezado y ya me siento excitada por esta situación.
Empiezo a sentir algo frío, muy frío, recorres por mis pechos, que se endurecen al instante. Dejando humedad en ellos, bajas por mi abdomen, siento que se derrite…
-Es un hielo- pronuncio segura.
Una vez derretido, me estremezco, tus dedos quedan en mi piel, me encanta sentir tus manos recorrer mi cuerpo…
Ahora siento un líquido que me quema, retorcí mis brazos, pero las ataduras de las manos y de mis pies me inmovilizaban, esta sensación es difícil de expresar, pero me excita, ¿Por qué?, ¿por qué me excita?, será que es por ti, "a ver concéntrate" pienso, respiro profundamente, y me empiezo a preguntarme, ¿qué es esto?, este olor ya lo he olido antes... Espera.
- ¿Es una vela? - pronuncié confundida.
Puedo sentir como te ríes.
-Sí, lo es, pero puedo ver que te gusta pajarito- No creo que sea la vela, el motivo por el que estoy tan empapada… Siento que las canicas están por salir. Eres tú quién me excita, tú eres el causante de toda nuestra perversión…
Tus manos se acercan a mis piernas, acariciándolas… Las abres, y sigues acariciándome hasta llegar a mi entrepierna, puedes sentir lo mojada que estoy… Empujas las canicas dentro de mí, mi respiración se agita...
-No dejes que salgan pajarito por muy empapada que estés... – Como describir esto, tu voz, tus manos, tu presencia, como puedes hacerme sentir así…
Ahora siento que algo recorre por mi cuerpo, pero es una mezcla entre el azotador y el cinturón... ¿Será otro tipo?
-Un azotador- pronuncio poco segura, entre jadeos y susurrando.
Lo deslizas por mi cuerpo… recorres cada parte de mí con eso… Me estremezco solo en pensar como me tienes, las ganas de ti me superan…
Pero entonces siento como con ese azotador me das no muy fuerte en mis piernas, desnudas, te deslizas y me das otra en mi abdomen, sigues subiendo y lo haces en mis pechos que están al aire.
-Estás más segura ahora de que es un azotador o sigo…- tu voz es tan autoritaria…
-Sigue Sr. Lobo, no lo tengo claro aún- pronuncio excitada y deseada. Claro que estoy segura, pero quiero más.
Puedo sentir tu respirar agitado, tu forma de desearme…
Me azotas los pechos, el abdomen, las piernas una y otra vez, mi piel blanca se enrojece en cada latigazo con la forma de su pronunciación al ser sentida, golpeada con mi piel…
Te detienes, das unos pasos, puedo sentir tu presencia moverse, mi respiración se altera en cuestión de segundos… Siento unas cadenas recorrer mi cuello, mi pecho…

¿Será el collar? ¿O vas a cambiarme de postura? La duda me inquieta, ¿qué vas a hacerme ahora?
Me gusta, pero me asusta al mismo tiempo. ¿Hasta dónde llega tu perversión, tu lujuria, tu morbosidad?
Tu mano acaricia mi abdomen, como si acariciaras el pétalo de una flor, suave, subes a mis pechos, y los agarras firmeza, los manoseas, pero esto es nuevo, duele, es como si me pellizcaras los pezones al mismo tiempo, y siento una cadena entre ellos…
- ¿Sabes qué es? - Pronuncias enloqueciendo en ese momento.
No puedo pronunciar palabra, no puedo describir que siento, me gusta, me duele. Tu mano vuelve, la siento subiendo por mi abdomen, ahora ya no siento la cadena… Puedo sentir que tiras de mis pezones al unisonó, al mismo tiempo, pero no con tus manos…
-Te he hecho una pregunta pajarito… Responde zorra- Pronuncias las últimas palabras algo agresivo… Y tu agresividad me enloquece…
-No estoy segura- pronuncio algo sofocada…
Vuelves a tirar, y me arqueo…
-RESPONDE PAJARITO- ¿Eso es un grito o un gruñido? Esto me estremece, me excita, me siento más húmeda, y sentirte así… Tú voz, tu carácter, me tiene asustada pero más cachonda. Te gusta sentir mi respiración agitada, porque no paras de acelerarme, de hacerme sentir el corazón latir desenfrenado…
-Pinzas, cadena, no lo sé, ambas- Hablo con dudas, entre jadeos… Con miedo y excitada…
-Así me gusta, pajarito… -Tu voz está más calmada…
Momentos después, me ayudas a incorporarme… Me quitas la venda, me desatas… Si era ambas, puedo verlo, unas pinzas agarradas a mis pezones y una cadena entre ambas pinzas, ambos pechos…
-Mírame, este es tu castigo, para que aprendas a obedecer… ¡ERES MÍA! - Tus palabras hicieron eco en cada parte de mí, haciéndome sentir un huracán, mi piel se expresa, me tiemblan las piernas, siento que no tengo voz, mi corazón vuelve a pronunciarse desbocado, me has paralizado con esas palabras que retumban en mi mente… “Eres mía” no hay versos que puedan cambiar esas dos palabras… Mi mirada se desvía de tus ojos, no puedo mantenerte ahora la mirada… ¡Zas! Me das un azote con la palma de tus manos…
-Mírame, dilo, quiero oírlo. - Y vuelves azotarme. Tu mirada es desafiante…
-Soy tuya…-
-Otra vez- sigues azotándome después de hablar…
-Soy tuya Sr. lobo- Sonríes
-Otra vez- cada vez el azote de tu mano es más fuerte…
-Soy tuya- digo con total seguridad, fuerte… Me coges de la mandíbula y la acercas a ti, a unos centímetros de tus labios…
-Grítamelo pajarito…- Vuelves azotarme con demasiada fuerza dejando mis glúteos más que rojos…
-SOY TUYA MI SR. LOBO- Pronuncio aguantando la respiración… Me besas con una mano en tus glúteos apretando duramente… Y tu otra mano en mi cabeza… Siento tu ansia, tú afán, tu lujuria….
-Sé lo que te gusta, lo que quieres… -Susurras, agarrándome del cuello, cada vez estás más cerca, nos enredamos en un beso, tus labios…
Te separas me miras a los ojos, pero sigues tan cerca de mí… Puedo sentir tu aliento, tu mano en mi mejilla, bajando lentamente…
-Dímelo pajarito… ¿Qué es lo que quieres? - Sonrió, es fácil, siempre quiero sentirte en mi boca, sé que te gusta, y a mí me gusta y me enloquece ver y sentir como disfrutas de mis labios, de mi lengua…
-Quiero saborearte, comerte la polla Sr. Lobo- ¿Debía haberlo suplicado? Bueno de todas formas ya está dicho, sin pronunciar palabra me vuelves a besar… Te levantas, y me das la mano, lo que intuyó que he de levantarme… Giras tu mirada encima de un mueblo, ahí está, te acercas y coges el cinturón.
-Así será, pero esta vez, lo quiero más lento, que deslice suavemente dentro de tu boca… - Pronuncias mientras te sientas nuevamente en aquella cama…
-Lo que me pidas Sr. Lobo y como lo desees... – Pronuncio con total deseo y sumisión…
-De rodillas y sin manos, mi cinturón se asegurará de que así sea- Tu mirada vuelve a ser tan lasciva, tus palabras, dios. Esto me gusta, me encanta, me enloquece a puntos donde la locura que creía conocer, no era más que la punta de un iceberg escondido. Me arrodillo ante ti, mis manos van hacia esos pantalones, los cuales los quito, de la misma manera que tu mi camisa, lento, sin prisa, admirando tu cuerpo…
Antes de empezar, te miro…
- ¿Y si me das con tu cinturón a pesar de que tuviera las manos quietas? - Creo que decir esas palabras con una sonrisa, se ha reflejado en tus ojos, iluminándolos.
Tu polla está muy dura, doy un lametón en todo su métrica, y empiezo metiéndome el capullo despacio con suavidad tal como lo deseas, puede empezar a sentir el principio de tu néctar, el sabor de tu miembro, y tu aroma, el aroma abrigador de tu perfume, de tu miembro, de tu piel… Empiezo a moverme con suavidad, metiéndome tu miembro una y otra vez, jugando con mi lengua, con la longitud de tu polla, puedo sentir como se estremece tu miembro en mi boca, pero en ese momento de placer, ¡zas! Me azotas en mis glúteos pronunciados y parte de mi espalda, intento que esto no me desconcentra, me pongo tensa, demasiada tensión, sigo comiendo sin pronunciar palabra, ni gemir, me gusta, que seas así, jamás admitiré que me encanta sentirme así. Prefiero no pensarlo… ¡Zas! Otra, igual de fuerte que la anterior, sigo comiéndote el miembro…
La meto hasta mi garganta y la sacó lentamente. Una vez fuera, empiezo lamiéndote los huevos húmedos por mi saliva, los adentro en mi boca y vuelvo a lamerlos siguiendo la largura de tu miembro hasta el glande el cual vuelvo adentrar en mi boca. Siento que voy tan lenta, me desespero, pero me excita, te miro y veo tu mirada lasciva y eso me tiene agitada, alterada, una de tus manos se va hacia mis pechos, manoseándolos, puedo sentirte jadear, y eso me encanta. Coges de la cadena y tiras con fuerza y firmeza, precipitando el inicio de endurecerlos aún más… Y ahí cuando menos lo esperaba con tu miembro en la profundidad de mi boca y jugando con mis pezones… ¡Zas! Otro azote más fuerte, el cual hizo que me estremeciera, que me moviera con tu miembro dentro de mí, y que mi garganta intentase pronunciar un gemido… Mi respiración se acelera.
-Más rápido pajarito- Esas palabras… Empiezo a moverme cada vez más rápido, todo lo rápido que puedo y al mismo tiempo todo lo que me entre, me encanta hacerlo con ese afecto ventosa, que puedas sentir mis labios aparentando tu miembro duro, estremeciéndolo, sintiendo cada movimiento de tu polla dentro de mí, tu placer, tus jadeos.

-Me gusta tu boca pajarito…- Tus palabras, lo que siento, toda la situación del momento… Puedo sentir la humedad de mí entre pierna, una de esas canicas, quiere salirse, intento apretar, pero no puedo, mi mano se mueve y sin parar de adentrar tu miembro erecto dentro de mi boca busco mi entrepierna, lo ves, ves cómo voy a tocarme, meto la bola en mi interior nuevamente y eso me estremece y…. ¡Zas! ¡Zas! Empiezas azotarme sin darme tiempo a pestañear. No sé si lo has hecho como castigo o como placer…

Me agarras del pelo, y empiezas a mover tu cadera, follándome la boca, me quedó quieta, para que lo hagas como desees… Una y otra vez, debo abrir un poco más la mandíbula, pues, la adentras tan profundo que siento que rozas la campanilla, vuelves hacerlo parando con todo tu miembro dentro de mi boca, dejándola así un par de segundos eternos haciendo presión con tus manos empujando mi cabeza y tu cadera, al mismo tiempo… Las lágrimas brotan de mis ojos, pero me encanta, me encanta la forma con la que me miras, me tratas, me excitas… La sacas y me miras, puedes verme la mirada, en ella ves lo excitada que puedo estar, mis mejillas sonrojadas, rozas con tus dedos mis labios… Ambos estamos sobresaltados.
Después este momento intenso, la excitación ya era demasiado, ambos estábamos en un límite donde nuestros impulsos deseaban sentirnos. Estas tan cerca de mí…
-Quiero sentirte dentro de mi Sr. lobo… -Pronuncio algo sonrojada.
-Pídemelo, ¿Qué quieres pajarito?- ¿Quieres que te lo grite, que te lo supliqué?
-Fóllame, fóllame por favor, fóllame, hazme tuya de una vez… - Pronuncio cachonda, ardida, deseosa y desesperada por sentirte…
Sonríes, con tus dedos rozas mi clítoris, y te vas en busca de mis canicas… Mi respiración es más que evidente, puedes escucharla, sentirla, verla… Me alteras con tanta facilidad.
-Estás muy mojada pajarito, me gusta que te haga empaparte así…- Eso hace que me sonroje aún más… tus dedos se adentran en mí sin dificultad, y sacas las canicas, una a una…
-Límpiala- pronuncias y sin cuestionarme, saco mi lengua y la lamo la última que has sacado, está entre tus dedos, dando una lengüetada y tu mirada se pone más lasciva que había visto. Me tiras a la cama, me mueves como te da la gana, me das la vuelta teniéndome a cuatro patas… Y de una me clavas tu miembro dentro de mí…
Empiezas suave, lento, pero hasta el fondo… Te acercas sin parar, agarrándome del cuello echándolo atrás…
-Esto hay que tomarlo con calma, disfrútalo, pero no te corras hasta que yo lo diga… -
¿Y eso es posible? Siento que en cualquier momento voy a explotar… No dejas de adentrarte en mí, me embistes una y otra vez… Me agarras de la cadera y cada embestida va siendo más continua, tus azotes vuelven a mis glúteos una y otra vez... Cada vez más rápido…
-Esto es lo que deseabas pajarito… -Pronuncias después de cada embestida y un azote en los glúteos.
El placer y la locura que me haces sentir, es indescriptible… Es el Everest del placer de las sensaciones. No es que toque el cielo, es que eres el paraíso, una fusión entre el placer terrenal, la lujuria del infierno, y la sensación de sentir el cielo en tus labios…
-Siento que me voy a correr como sigas así Sr. Lobo- pronuncia a punto de estallar…
-Aguanta, aún no- La sacas, me giras mirándome…
-Mírame pajarito- Mis ojos se desvían hacia los tuyos…
-Quiero ver y sentir como te corres, pero debes aguantar… Vuelves a introducir tu miembro, coges de la cadena y tiras con firmeza, eso hace enloquecerme…
Sonríes mirándome cogiéndome de mi abdomen embistiéndome...
-No dejes de mirarme… Y ahora, córrete para mi pajarito…- Tus jadeos, tus deseos… No aguanto más. Empiezo a sonrojarme y sin parar de mirarte puedo sentir recorrer un hormigueo que recorre mi cuerpo, haciéndome tener el mayor de los orgasmos sentidos… Al unísono puedo ver el tuyo, en tu mirada, al sentir tu semen salir de tu miembro alborotado, y las contracciones de cada músculo tuyo, mío, al compás de la misma sensación…

-Me encantas Sr. Lobo- Susurro con un suspiro de excitación… Me encanta tu satiriasis encaja perfectamente con mi ninfomanía, tu morbosidad y lujuria, no puedo seguir describiendo cada sensación, cada mirada tuya…

Sigues encima de mí, seguimos mirándonos. Eres una adicción y una debilidad. No sé qué has hecho conmigo, para tenerme así...

- La próxima vez que desobedezcas no dejare que te corras pajarito...- Pronuncias y siento que me enloqueces perdiendo cualquier tipo de razón existencial…

-Por último, límpiala- Sacas tu miembro, y todo tu semen esta por salir mezclado junto el fluido de mi entrepierna… Puedo sentirlo...

Me incorporo y lamo tu miembro nuevamente, cumpliendo con tus deseos, pero también con los míos…Vuelvo a introducirla suavemente en mi boca, no uso manos, por si acaso no lo deseas así... Sentir como te estremeces me encanta... Y ser la causante de ello me excita, induciéndome a la locura, lujuria… Saboreo tu miembro con gusto y placer…Ahora uso mi mano para terminar de limpiarte la polla con mi boca, sin dejar rastro alguno de cualquier fluido…Con la última lamida, te miro, y tus ojos de lobo… Me haces suspirar cuando me miras así…

Me das un azote en el culo que está demasiado rojizo aún… Puedes verlo en mi mirada, en ese gemido, al sentirte, no solo ese azote, sino tu presencia, tu mirada… Todo lo magnificas hasta el punto de cautivar mi alma en tus manos, y sentir la maravilla de cada acción…

-Buena chica- Pronuncias con placer en tus palabras... Me quedo mirándote, al sentir esas palabras, mis mejillas se sonrojan y me gusta sentir tu satisfacción…

Valoración: 0 estrellas
0 votos

Añadir comentario

Comentarios

Todavía no hay comentarios