Amor arrítmico

De nuevo aquí entre estas calles que siempre he recorrido.  que estás aquí a pesar de irme lejos, puede verte en cada esquina, en cada rincón y lo mucho que solíamos jugar, reír y disfrutar, antaño todo era más fácil, pero jamás supiste lo que sentirá por ti. Me pregunto qué sentías tú, si solo una amiga o si era algo más. Camino estas calles con esperanzas de verte en ellas, pero debo ser realista llevo años sin venir, sin saber de ti. El verano aquí se siente y huele distinto, huele a hogar. Me da mucha tristeza saber que solo me quedaré un fugaz momento.
Aquí estás, por fin te veo. Estás más mayor. El tiempo ha pasado muy rápido. Es como si nada hubiera cambiado. Tú y yo, nuestra amistad. Todo sigue igual. Vamos a no pensar y solo sentir sin más.
Pasaron los días, y no pudieron ser más felices. Llenos de diversión, baile, música, las fiestas del pueblo los amigos y familia, qué mejor compañía.
Pero estoy triste. Estoy triste porque hoy es el último día de vacaciones, porque hoy todo este sueño terminara aquí. Ha sido mágico pasar tiempo contigo.
Tu mirada me sigue embobando, mi sonrisa la manejas con tu brisa. Sigues alterando mi corazón y, aun así, late más contigo que para mí.
Hoy es mi despedida, quien sabe cuándo volveré, no quiero ni pensar que volverán a pasar otros 5 años... quizá más o quizá menos.

La multitud nos rodeaba sentirá que te desvanecías entre ellas, te buscaba entre gritos de alegría, saltos, y gente bailando a mi alrededor. Por un momento pensé que no te despedirías de mí, por un momento sentí que no querías volver a revivir lo que ya paso. Pero aquí estás, apareciste detrás de mí, me cogiste de la mano y empezaste a correr, no sé dónde, pero me deje llevar. Caminábamos o mejor dicho corríamos por las calles. Subimos a tu moto y nos fuimos de aquel lugar. Me llevaste a tu cabaña del bosque. Al bajar de la moto, en aquel porche me declaraste tu amor por primera vez, que pensar, que sentir, si parecía que te burlaras de mí, parecía que por una vez uno de mis deseos se cumplió, fueron las estrellas fugaces, o las velas de cumpleaños, es real, o sigo soñando despierta es una ilusión.
La alegría me envolvía, me arropaba y yo sin pensarlo te besé, y nos besamos.
Pues a pesar de todo lo sentido, todo lo vivido o de desear fugarme contigo en solo unas horas mi avión despegaría, rumbo a la realidad. Fueron las vacaciones más mágicas que pude desear, mi última noche en aquel lugar apartado de todo y todos. El ver anochecer junto a ti con un fuego que iluminaba, alcé la vista al cielo y miles de fuegos artificiales iluminaron aquel cielo, de una manera hermosa. El silencio nos envolvía entre aquellas explosiones. Tan solo nos miramos y endulzamos aquel momento con un simple beso. El tiempo era como si se hubiera detenido, pero por mi desgracia dejo de contemplar y empezó a correr rumbo a la hora de despedida, pero antes un dulce despertar entre los rayos de sol en tu mirada, y una brisa que se paraba a contemplarnos.

Me voy, tengo que terminar lo que empecé, ahora mi vida está lejos de aquí, terminaré mis estudios y volveré por ti, y poder saborear nuestra historia.
Ya en el aeropuerto, parece ayer cuando justo llegue, y ahora ya me tengo que ir. A pesar de saber que debo irme, no quiero. Las lágrimas empezaban a brotar de mis ojos, y la alegría se desvanecía y en su defecto tristeza apareció, ella no me arropaba. Vuelo retrasado, lo mejor para continuar con este dolor. Me duele irme lejos de casa, me duele irme lejos de ti. Solo me queda esperar para subir a ese avión.
Llegó la hora. No me gusta el olor de los aeropuertos, huelen a despedidas, tristeza, y también alegría y reencuentros. Huele a sentimientos.
Subo y ni siquiera me importa quien tengo al lado, me toca ventanilla, y no  si eso es mejor o peor. Ya despego. Ya no hay marcha atrás. Veo el pueblo de lejos.
Una voz me devuelve a la realidad, por un momento me perdí en mis pensamientos, me perdí en tu recuerdo. Me giro y ahí estás, creo que me estás volviendo loca, ya está. Me quedé paralizada en serio podría verte ahí, en serio estaba delirando.
Me coges de la mano, y me susurras “esta vez te acompaño”
No podía peo si es real, estas ahí, no me lo puedo creer.

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